mayo 11, 2022 4 lectura mínima
¿Alguna vez has ido a una fiesta y has pensado: "No tengo ni idea de a qué sabe el gin"? No es el único. El gin puede ser una bebida espirituosa difícil de entender. No es tan sencilla como el vodka o el whisky, que suelen ser de color claro. El gin viene en muchos colores y sabores diferentes, y es difícil saber cuál es el mejor para ti.
Por suerte, hay algunas cosas que debes tener en cuenta a la hora de elegir tu gin. Si estas cinco claves te suenan, ¡felicidades! Has encontrado el gin perfecto para ti.
El gin es un producto de destilación con una base de grano neutro, generalmente de maíz o trigo. Se crea mediante la infusión de bayas de enebro y otras especias en el alcohol, como el vodka o el whisky.
El color de tu gin te dará una idea bastante clara de los sabores que contiene. Cuanto más oscuro sea el color, más azúcar contiene el gin. Cuanto más claro sea el color, menos azúcar contiene el gin. Cuanto más arriba en la rueda de sabores, del naranja al rojo, más dulce y amargo será el gin.
El gin es una decisión muy personal. Hay tantos sabores y variedades diferentes que hay que probarlos todos para encontrar el adecuado para uno.
Entonces, ¿en qué debes fijarte a la hora de elegir tu gin?
Una de las cosas más importantes a la hora de elegir el gin es el sabor. A algunas personas les gusta el gin con un sabor fuerte, mientras que otras prefieren algo más suave. Tienes que elegir el sabor adecuado para ti y no tengas miedo de probar diferentes tipos.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es el color del gin. Hay gins de muchos colores, incluso transparentes o amarillos. Los gins claros serán más suaves y menos aromáticos que los gins de color naranjo. También serán más alquitranados en el paladar y te ayudarán a apreciar mejor los sabores botánicos que contiene. La excepción serían los gins blancos, que suelen elaborarse con azúcar en lugar de bayas de enebro y contienen menos sabores herbáceos en general. Son ideales para los cócteles que requieren bebidas más cremosas, como los martinis o los manhattans.
Es hora de hablar de los botánicos. Son hierbas y especias que se utilizan para añadir sabor y aroma al gin. Algunos de los productos botánicos más populares son el enebro, el cilantro, la piel de los cítricos, el cardamomo, las semillas de hinojo, la raíz de regaliz, la raíz de angélica y la canela. Estos pueden añadirse de varias maneras -por ejemplo, enteros o molidos- en función de la cantidad de sabor que se desee.
Cuantos más ingredientes botánicos tenga el gin, más fuerte será. Esto se debe a que estos sabores superan a otras notas como la vainilla o la rosa. Los gins más fuertes también suelen tener un mayor contenido de alcohol, siendo la media un 57% de ABV.
Así que si buscas un perfil de sabor más intenso con un poco de picor (o si te gusta mucho el enebro), elige un gin con una fuerte infusión de productos botánicos.
El precio del gin es lo primero que hay que tener en cuenta. Hay muchos tipos diferentes de gin en el mercado y cada uno de ellos puede variar de precio. El costo dependerá en gran medida del tipo de gin que sea, de la cantidad de alcohol que contenga, de dónde se haya destilado el gin y de dónde se haya embotellado.
Si buscas un gin más barato, prueba un gin seco londinense. El gin seco londinense se elabora con bayas de enebro y otras especias como semillas de cilantro y raíz de angélica. Suele tener alrededor de un 40% de alcohol por volumen (ABV) y es bastante económico en comparación con otros tipos de gin.
Si busca un gin caro, prueba un gin tradicional de estilo escocés o del Nuevo Oeste. Estos gins suelen tener un 47% de alcohol por volumen o más, lo que significa que tienen más alcohol que el gin seco londinense normal.
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